La defensa de todos nosotros
El renombrado educador norteamericano Booker T. Washington (1856-1915) —primer presidente de la legendaria Tuskegee Normal and Industrial Institute (hoy Universidad de Tuskegee), en Alabama (EUA), que se dedicó a crear mejores condiciones de crecimiento individual para los exesclavos y sus descendientes, así como para los indígenas— escribió: “No hay defensa o seguridad para ninguno de nosotros a no ser en la más alta inteligencia y en el desarrollo superior de todos”.
La relevancia de las palabras de quien fue consejero de presidentes de los Estados Unidos habla por sí sola en virtud de sus incansables esfuerzos y valentía. No fue por casualidad que él se convirtió en uno de los mayores y más influyentes oradores de la comunidad negra de su país.
Es evidente que, hoy, esa reflexión se aplica a toda la raza humana, el Capital de Dios, de acuerdo con lo que el infatigable Dr. Booker seguramente deseaba, en lo más profundo de sus anhelos, cuya Alma vislumbraba un futuro en el que el racismo, que considero un cáncer social, no exista más.
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