Un Ciudadano llamado Solidaridad*

La lucha contra el hambre, en la cual Betinho se convirtió en un poderoso delantero, naturalmente reclama constantes acometidas.

El 9 de agosto de 1997, Betinho, minero de Bocaiúva, regresó a la Patria Espiritual. Creo que una de las principales contribuciones del inolvidable sociólogo ha sido movilizar la Solidaridad en todo el Brasil, por esto en 1981 creó el Ibase (Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos).

Muy merecido y justo fue el premio que recibió a fines de 1996, en el Plenario del ParlaMundi de la Legión de la Buena Voluntad, en Brasília/DF: la Orden al Mérito de la Fraternidad Ecuménica, en la categoría Solidaridad.

Sin ella, la sociedad sucumbe al egoísmo. El más trágico error es la milenaria falta de respeto a la sagrada persona humana, el Capital de Dios.

En marzo de 1985, en el Diário Popular, de la ciudad de São Paulo/ Estado de São Paulo, comentaba el periodista Anderson França:

“— La crisis económica que afecta el mundo es una verdadera plaga y en ese sentido, la brecha entre los países ricos y los pobres aumentará hasta el año 2000, victimando a más de 600 millones de personas que vivirán por debajo del nivel de la pobreza. Esta tétrica advertencia es del Fondo de las Naciones Unidas para Actividades Poblacionales, que acaba de analizar las actuales tendencias de crecimiento económico en el mundo. En realidad, la indigencia en los países en vía de desarrollo es y será fruto de las disparidades internacionales, en cuyo abanico se encajan el alto costo de los préstamos y la crisis del pago de las deudas. En otras palabras, los países ricos continuarán teniendo un ingreso per cápita como mínimo 200 veces mayor que el de los países pobres. Para ejemplificar bien el grado de esa barbaridad, es bueno decir que la cantidad de trigo destinada por los EE.UU para la fabricación diaria de ración animal, tranquilamente puede de una sola vez, poner fin al hambre en el continente africano...”

“El Animal”

Por ser oportuno, cabe aquí una vehemente protesta del gran poeta Manuel Bandeira (1886-1968) contra la falta de humanidad de la Humanidad que permanece amenazando a innumerables pueblos:

"Vi ayer a un animal
en la inmundicia del patio
buscando comida entre los detritos.

Cuando encontraba alguna cosa,
no la examinaba ni olía:
Engullía con voracidad.

El animal no era un perro,
no era un gato,
no era un ratón.

El animal, mi Dios, era un hombre."

Por esto, la lucha contra el hambre, de la cual el ilustre profesor Herbert de Souza (1935-1997) se convirtió en un poderoso delantero, naturalmente reclama constantes acometidas.

Sin el sentido de la Fraternidad que se proyecta en la acción solidaria, de la que Jesús, el Cristo Ecuménico, es un luminoso ejemplo, ¿qué problemas serán efectivamente aplacados con la utilización de la fuerza del progreso tecnológico en vigor?

De acuerdo con lo que escribí en mi artículo “Independência”, publicado por la Folha de São Paulo, el 7 de septiembre de 1986, en una época en que por el avance de la tecnología, las expectativas de producción estaban anticuadas, ¡el hambre es realmente un escándalo! ¿Por qué?! Falta de Amor en las Almas, que resulta de la exaltación del vergonzoso ismo del ego.

El hermano de Henfil (1944-1988) el siempre recordado dibujante, a propósito también minero de Ribeirão das Neves, —que me envió en su O Diário de um Cucaracha una muy humorada e ilustrada dedicatoria que guardo conmigo - por la que supe ver, a través de los lentes de la verdad social, lo que Benjamin Franklin (1706-1790) registró en sus meditaciones:

“— Donde hay hambre, no hay respeto a la ley (...)”.

Esto es, un día todo puede suceder. El Pueblo es una permanente sorpresa.

Habla Betinho

La Providencia Divina crea hombres de estirpe en el seno de todas las naciones y en todos los tiempos, para que las conciencias no se duerman y que del hábito de reflexionar surjan acciones humanitarias de extensos resultados. He aquí porqué concluyo este sencillo homenaje, recordando la expresiva advertencia del inmortal Ciudadano Solidaridad:

“— El hambre es exclusión. De la tierra, de la renta, del empleo, del salario, de la educación, de la economía, de la vida y de la ciudadanía. Cuando una persona llega a no tener qué comer, es porque todo lo demás ya le fue negado. Es una especie de cerco moderno o de exilio. La muerte en vida. Y exilio de la Tierra. (...) hicimos verdaderos milagros de desarrollo. Uno de los mayores PIBs (Productos Internos Brutos) del mundo abrazado con la pobreza es la miseria más espantosa. (...) dos mundos en el mismo país, en la misma ciudad, muy próximos por la geografía e infinitamente distantes como experiencia de humanidad”.

Nadie lo diría mejor. ¡Felicitaciones, Betinho, donde quiera que estés! Y sabemos que es en un buen lugar. Y continúa vivo, porque los muertos no mueren.

_________________________________
*Un Ciudadano llamado Solidaridad
— Publicado en el libro Crônicas e Entrevistas, de Paiva Netto (Editora Elevação — año 2000), y en la Revista Boa Vontade n° 204, de agosto de 2005.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.