Ansiedad infantil
En un mundo a menudo regido por la inmediatez, donde las exigencias sociales nos imponen, todos los días, el aumento de la competencia por un lugar al sol, el estrés halla un terreno fértil para proliferar. No solo los adultos se convierten en víctimas de lo que se considera uno de los males de la modernidad. También nuestros niños viven una situación similar... Ellos tienen una vida cada vez más similar a la nuestra: llena de citas y tareas, y terminan por no tener tiempo para ser niños.
Y muchos de ellos todavía sufren de un mal grave que les causa una gran ansiedad. Se trata del bullying, que debe ser combatido con decisión por los que tienen la responsabilidad sobre los más jóvenes. De lo contrario, vamos a ser cómplices de esta violencia, que se origina a partir de una mala dirección de la propia conducta infanto juvenil. Una situación lamentable, que está dañando el aprovechamiento escolar de tantos niños. Esto es trabajar contra el futuro.
Trastorno de Ansiedad
El Centro de Servicio e Investigación de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia (CAPIA) de la Santa Casa de Misericordia de Rio de Janeiro, Brasil, demostró que en los últimos años, el número de niños con trastorno de ansiedad ha crecido sustancialmente.
Presento hoy fragmentos de dos importantes entrevistas concedidas en 2011, pero que considero actualísimas, para el programa Educación en Debate, de la Super Red Buena Voluntad de Radio, sobre la ansiedad infantil. El programa conducido por la pedagoga Suelí Periotto contó con la participación de dos expertos: el psiquiatra Fábio Barbirato, jefe del sector de Neuropsiquiatría Infanto Juvenil de la Santa Casa de Misericordia de Rio de Janeiro, y el neurólogo Infanto Juvenil, del Hospital Albert Einstein, Abram Topczewski, de São Paulo, Brasil.
Acerca de cómo podemos diferenciar la ansiedad común de la patológica, el Dr. Fábio ha explicado que “la ansiedad deja de ser natural cuando perjudica el desarrollo tanto social como escolar de los niños. Por ejemplo, en la semana que ellos tienen que presentar un trabajo, no logran prestar atención en la escuela, presentan dolor de cabeza y náuseas, a veces tienen lesiones de la piel como la psoriasis o la pérdida del cabello, como resultado de la ansiedad anticipada”.
El Dr. Fabio también se refirió a algunos de los factores que corroboran este crecimiento del número de niños con trastorno de ansiedad: “Lo que está sucediendo es que este estrés ambiental vivido por el niño y la niña, se caracteriza por la presión de sacar buenas calificaciones en la escuela, por la propia violencia en la que [los niños] viven, desde los que habitan en lugares más ricos hasta los que residen en lugares más pobres. Son factores desencadenantes que aceleran los síntomas que probablemente aparecerían más adelante”.
Y advirtió: “Me parece que es importante reiterar que los trastornos de ansiedad son dos a tres veces más comunes que el autismo y la hiperactividad. Los niños ansiosos sufren igual o más. Si no se tratan, son más propensos a desarrollar, en el futuro, pánico, depresión y otros trastornos más graves. Es vital que los padres busquen ayuda para sus hijos y no piensen que esto es algo simple que pasará con el tiempo. Hay servicios especializados en todo Brasil. Solo hay que buscar una universidad que tenga servicio de psiquiatría infantil. Ciertamente, su hijo, su hija serán bien atendidos y guiados, así como la familia, y si es necesario, hasta los profesionales de la escuela en la que el niño estudia”.
Siguiendo con el tema, ahora tendremos la palabra del Dr. Abram Topczewski, neurólogo de la niñez y la juventud del Hospital Albert Einstein de São Paulo:
Tratamiento multidisciplinario
Cuando se le preguntó si la mala calidad del sueño y los problemas de alimentación generan ansiedad en los más pequeños, el Dr. Abram dijo: “A menudo, estos niños tienen un sueño intranquilo, con pesadillas. Pero, no solo el sueño se ve afectado. Hay niños que, cuando están ansiosos, lo primero que hacen es comer compulsivamente. Por otro lado, también puede suceder lo diametralmente opuesto: individuos ansiosos, que están inapetentes y dejan de comer. Para cada persona se tiene un cuadro clínico de características diferentes”.
Adultos demasiado pronto
En la opinión del Dr. Topczewski, “la avidez por las cosas es tan grande que se termina poniendo a los niños en el mismo esquema. Hoy en día, un niño sale a la mañana a la escuela, luego se va corriendo a casa para el almuerzo y todavía tienen actividad deportiva, curso de inglés... Llega a casa a las seis, siete de la noche. Entonces, el tiempo solo alcanza para cenar y dormir. Esto ocurre porque él estuvo ocupado con las tareas durante todo el día, y ya no tiene más su momento de no hacer nada, de solo jugar. ¿Por qué? Porque estamos haciendo un niño adulto antes de tiempo; y esto, sin duda, lleva al desarrollo de una enorme ansiedad”.
Gracias, doctores Fabio y Abram, por las valiosas aclaraciones.
La vivencia de la Espiritualidad Ecuménica también es muy saludable. La oración y la meditación en familia pueden, y mucho, ayudar a equilibrar las energías de nuestros hijos.
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