La Pedagogía del Afecto y la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico
En homenaje a los valerosos educadores, traigo algunas reflexiones que presenté al cuerpo docente de los centros de enseñanza de la Legión de la Buena Voluntad (LBV) y que también fueron divulgadas, en parte, en el periódico Correio Braziliense, de la capital de Brasil, en febrero de 2000, y en la revista Globalización del Amor Fraterno, mensaje de la LBV especialmente dirigida a los participantes en High-Level Segment 2007, del Ecosoc (ONU), en Ginebra, Suiza:
La escuela es imprescindible, pero no reemplaza al hogar. El Estado y la sociedad, unidos, deben administrar soluciones para que las familias críen y eduquen dignamente a sus hijos, según lo que publiqué en el periódico Folha de S.Paulo, Brasil, el 27 de julio de 1986.
Al entregar a la comunidad el Instituto de Educación de la LBV, resumí en pocas palabras su filosofía de trabajo: Aquí se estudia. Se forman cerebro y corazón. Se trata de la Pedagogía de Dios, que es Amor, la que prepara al individuo para vivir la ciudadanía ecuménica, consolidada en el ejercicio pleno de la solidaridad espiritual, humana y social. En la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico y en la Pedagogía del Afecto, por lo tanto, del Amor, del Cariño, el Espíritu tiene lugar preponderante en nuestro trabajo.
Así, en la preparación de jóvenes y adultos para la subsistencia en este mundo material de tecnología jamás vista —y paradójicamente en los días de hoy, tan inestable para los que trabajan por el propio futuro—, debemos tener en cuenta que los educandos tienen que ser eficazmente cualificados para la exigente demanda del agresivo mercado de trabajo actual. Además, eso se tiene que hacer de manera que no persigan un camino en que la profesión para la cual se prepararon no exista al fin del curso. Por lo tanto, es esencial que reciban una formación eficaz para que sean arrojados y emprendedores, de modo que puedan superar los acontecimientos que en cualquier momento desafían a la sociedad, asustando a muchedumbres. (...) De nada valdrá, por lo tanto —digamos para argumentar—, planificaciones audaces si no hubiera alguien que haya sido debidamente instruido para desarrollarlas. Por esta razón, ¡cuida del Espíritu, reforma al ser humano… y todo se transformará!
Inteligencias múltiples
La pedagoga Suelí Periotto, supervisora de la Pedagogía de la LBV, doctora y máster en Educación por la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP), me informa que, durante una entrevista para el programa Educación en Debate, de la Super Red Buena Voluntad de Radio, el renombrado profesor, escritor y conferencista brasileño Celso Antunes, cuando le preguntaron sobre nuestras acciones educativas, declaró: “La Buena Voluntad se incorporó a mis amistades hace mucho. (...) Soy plenamente consciente del trabajo realizado por su Fundación. Ya estuve varias veces con ustedes. Tuve la oportunidad de leer toda la obra de Paiva Netto que llegó a mis manos y, por lo tanto, creo —atribuyan o no a este objetivo el nombre de inteligencias múltiples—, que él se integra plenamente dentro de este concepto, porque efectivamente nunca me pareció que ustedes se hayan preocupado por el desarrollo exponencial de aquel alumno que sería el ‘pequeño genio’, sino por la formación integral de la persona. Y por creer plenamente en estas líneas educativas les reitero que no me refiero a la Legión de la Buena Voluntad tan solo como alguien que da una entrevista, sino como una persona que realmente se siente identificada con su filosofía y la línea de su trabajo”.
Agradecido, profesor Celso. Sus palabras representan un gran incentivo para que podamos expandir cada vez más esta línea educativa, que une la instrucción excelente a la vivencia de los más nobles sentimientos que el ser humano pueda expresar en comunidad.
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