El patrimonio de la Caridad

Fuente: Revista ¡JESUS ESTÁ LLEGANDO! edición 125, de junio de 2016 | Actualizado en 2017

La Caridad es la fortaleza de Dios para las Almas y las relaciones cordiales entre las criaturas que firmemente desean la preservación de este mundo. Es una función espiritual y social, no solo un acto particular para socorrer apresuradamente al más cercano. Es una política dignificante, una planificación humanitaria, una estrategia, una logística de Dios, entendido como Amor, que nos ofrece para que haya sobrevivientes al egoísmo humano. La Caridad es la Fuerza Divina que nos mantiene en pie. Sabemos, y basta ir al diccionario, que Caridad es sinónimo de Amor. Por lo tanto, es respeto, solidaridad, compañerismo, ciudadanía sin crueldades. El mundo necesita cariño y Amor. Quien dice que no quiere ser amado está enfermo o miente, lo que, en el fondo, en este caso, es lo mismo. Puede tener la seguridad de que la persona está gritando en su interior: “¡Socorro! ¡Necesito ser amado! o, ¡necesito ser amada! ¡Pero no tengo coraje para decirlo! ¡Tengo vergüenza de reclamar, un poco, aunque sea, de la Fraternidad de mis hermanos humanos! ¡Pero, escuchen mi pedido desesperado y silencioso!”.

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Como escribí en el libro Cómo Vencer el Sufrimientoel Amor revela la Luz, y la Luz espanta la tiniebla. ¿Qué más queremos nosotros? El ser humano tiene carencia de Amor verdadero. Es lo que, en definitiva, muchos dirigentes de los pueblos necesitan entender. Gobierna bien aquel que gobierna el corazón. Exclaman algunos: “—¡Ah, yo no hablo de Caridad!”. Lamentablemente creen que solo se trata de dar una limosna a las apuradas al mendigo que los interpela. Ya están en falta cuando se irritan ante el necesitado, que en general es efecto y no causa. Deben reflexionar sobre esta máxima latina: “Hodie mihi; cras, tibi”. (Hoy, yo; mañana, usted). Es decir: ahora, el que pide es él; mañana, podremos ser nosotros. Lo peor es que algunos transfieren esa “incomodidad” a un sentimiento elevadísimo, que es la Caridad, que ellos no entienden muy bien, pero que se personifica en aquello que une las partes separadas de la sociedad mundial. En fin, la Caridad es la esperanza que se apoya en Dios.

José de Paiva Netto, Director Presidente de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), es escritor, periodista, conductor de radio, compositor y poeta brasileño. Además, es miembro efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI, siglas en portugués) y de la Asociación Brasileña de Prensa Internacional (ABI-Inter, siglas en portugués). Afiliado a la Federación Nacional de los Periodistas (FENAJ, siglas en portugués), a la International Federation of Journalists (IFJ), al Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de Rio de Janeiro, al Sindicato de Escritores de Rio de Janeiro, al Sindicato de los Profesionales de Radio de Rio de Janeiro y a la Unión Brasileña de Compositores (UBC). Integra también la Academia de Letras de Brasil Central. Es un autor de referencia internacional en la defensa de los derechos humanos y en la conceptualización de las causas de la Ciudadanía y de la Espiritualidad Ecuménicas, que, según él, constituyen “la cuna de los más generosos valores que nacen del Alma, la morada de las emociones y del raciocinio iluminado por la intuición, el ambiente que abarca todo lo que trasciende el campo común de la materia y proviene de la sensibilidad humana sublimada, como ejemplo de la Verdad, de la Justicia, de la Misericordia, de la Ética, de la Honestidad, de la Generosidad, del Amor Fraterno”.