Más de 100 mil celebran la Paz
Ampliemos la solidaridad, no solo en aquello que se ve fácil; existe un dolor muy grande que no se muestra, hasta por timidez. Aprendamos a ayudar, antes que sea tarde, a los que no pueden ni buscar ayuda. He aquí la elevada Caridad espiritual y social, cuya percepción y práctica debemos desarrollar. Son palabras simples, que el pueblo sabe vivir y entiende.
Expuse este tema en el solemne evento por los 25 años del Templo de la Buena Voluntad, el Templo del Ecumenismo Divino, en Brasília, el sábado (8 de noviembre). Fue una satisfacción inmensa para mí interactuar con las ilustres personalidades presentes y los miles de peregrinos de Buena Voluntad que asistieron, dando brillo al Jubileo de Plata del TBV.
Según la comandante del 1º Batallón de la Policía Militar del Distrito Federal, la teniente coronel Sheyla Sampaio: "La cantidad de personas que pasaron por el Templo de la LBV durante las festividades del aniversario superó la cifra de 100 mil". Y todo transcurrió en paz, como también ella destacó.
Les presenté a los asistentes y a los que me seguían por la Super Red Buena Voluntad de Comunicación, formada por más de 1.900 emisoras de radio, además de la red nacional de TV e Internet, un trabajo, en el que estuve empeñado. Se trata de "Jesus, a Dor e a origem de Sua Autoridade" ["Jesús, el Dolor y el origen de Su Autoridad"]. En este libro y en las demás obras que he lanzado, solo deseo expresar aquello que pienso sea bueno para los que me honran con su lectura. Esa no es una obra con aspiraciones literarias, sino solamente el resultado de tantos diálogos míos con los Simples de Corazón, acerca del Evangelio Apocalipsis de Jesucristo, en Espíritu y Verdad, siempre a la luz de Su Mandamiento Nuevo, el cual declara la importancia del Amor Divino en la existencia de hombres, pueblos y naciones.
Y cuando me dirijo a los Simples de Corazón, no distingo clase social, nivel cultural, preferencia política, religiosa, origen étnico. Hablo a la inteligencia del sentimiento, riqueza inestimable del Espíritu.
Al inicio, escribí: Todo es espiritual, sea para el Bien o tristemente para el mal. Rimó y es verdad. De ahí mi preocupación por demostrarles, por ejemplo, que la reforma de lo social viene justamente por lo espiritual (...).
Algunas veces, a ciertos lectores o lectoras puede parecerles que yo no entienda espiritual y religioso como sinónimos. Es que, en el campo más elevado de las ideas, generalmente no lo son de ese modo. Por los conceptos humanos, Religión es aquello que todo el mundo comprende como tal: ¡s-o-l-o r-e-l-i-g-i-ó-n! Es decir, aquello que se encierra en una respetable tradición de fe. Pero, llegará el día en que, con el entendimiento desarrollado, cualquiera podrá percibir que todo es espiritual, como ya afirmé. Y lo es no solamente en la esfera religiosa, sino también en la política, en la filosófica, en la ciencia, en el arte, en la económica, en el deporte, en la vida doméstica o pública, y así sucesivamente.
Les deseo un buen viaje por las cordiales páginas de esta obra.
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