La acción perjudicial de los mistificadores
Nuestro trabajo tiene como objetivo la sublimación de la Religiosidad, que no se posiciona como rival de las religiones, ni se presenta en una forma que oprime la garganta de los que consideran a la enseñanza religiosa como un retroceso. Lamentablemente, existe ese viejo peligro, teniendo en cuenta la infeliz lucha secular por la hegemonía desencadenada por algunas creencias. Abro paréntesis para aclarar que de ningún modo acordamos con ninguna postura opresiva, intolerante o segregadora en el campo sagrado de la Fe, ni en otras áreas. Promovemos, eso sí, la convivencia pacífica y ecuménica como un buen futuro para todos.
Prosiguiendo nuestro razonamiento, debemos comprender que la Espiritualidad es algo inherente a los individuos. Proclamo hace décadas: estamos en un cuerpo, pero somos Espíritu. Conforme escribí en un artículo en Folha de S.Paulo, el 9 de agosto de 1987, y más tarde en el libro Mãezinha, deixe-me viver! (1989), no se puede impedir eternamente la manifestación de aquello que nace con el ser humano, también cuando es ateo: el sentido de Religiosidad, que se expresa de las más variadas formas altruistas. Pero, más allá del debatido determinismo histórico1, se trata, por encima de todo, del Determinismo Divino2, del que nos hablaba Alziro Zarur. Antes que, inevitablemente, la Ciencia concluya en el laboratorio la perennidad de la Vida, le corresponde a la Religión, lanzando a la basura prejuicios y tabúes ancestrales, no temer hablar, con mayor objetividad, de la continuación del Espíritu después de la muerte, e investigar profundamente el Mundo Invisible.
El espíritu de Religiosidad sobrevive a la falta de creencia de los hermanos escépticos y, lo que es más difícil, al acto desleal de los mistificadores.
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1 Determinismo histórico: De acuerdo con el Oxford Dictionary of Media and Communication: “1– La creencia de que los procesos históricos tienen cierta inevitabilidad, con base en algún hecho fundamental. Su aplicación varía de un fatalismo pesimista que niega la libertad humana de elegir (lo que el ‘determinismo suave’ permite) hasta la noción iluminista optimista menos rígida del progreso como algo inevitable (...). 2– (relativismo histórico). La visión de que nuestras ideas son determinadas por nuestra situación histórica” (traducción libre).
2 Nota de Paiva Netto
Determinismo Divino: En el Livro de Deus [Libro de Dios], registré la respuesta de Zarur a la siguiente pregunta que le fue hecha:
“P: Si tiene que ocurrir todo lo que está profetizado en la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamentos), ¿usted no cree que esto prueba la ausencia del libre albedrío?
Zarur: Muy a propósito les traigo este fragmento de la Proclamación de la Buena Voluntad, que en los orígenes de la LBV, abría la Campaña de la Buena Voluntad en la radio: Los fatalistas, con su derrotismo permanente, están completamente equivocados. Existe, en verdad, el destino o determinismo, como consecuencia del pasado de cada ser humano: pero existe, siempre, el libre albedrío, que Dios garantiza a cada uno de Sus hijos. Por lo tanto, cualquier infeliz puede cambiar su destino con Buena Voluntad, que es el principio de la verdadera Paz. Cada uno es señor de su destino”.
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