A favor de la vida - en contra del suicidio
Hoy día no es difícil encontrar gente desesperada, desilusionada y acongojada que se hace la pregunta: “¿Para qué luchar tanto? ¿Valdrá la pena todo eso? Y además, si el mundo se va a acabar —como andan diciendo— ¿para qué seguir?”
Amigo mío, si Usted es uno de éstos, en primer lugar tenga la seguridad de que el Planeta Tierra no se va a acabar tan pronto. Como aprendemos en la LBV, lo que va a terminar es el mundo de la maldad, esa terrible situación que CASI lo está llevando a la ruina. Fíjese que puse CASI, con todas las letras mayúsculas, porque Usted ha de sobreponerse a todo eso que lo aqueja. Pero atención: el fin del cuerpo no es el fin de cosa alguna. Como nos enseña la Religión de Dios — el Amor Divino — no hay muerte en ningún punto del Universo. El que piensa librarse del sufrimiento mediante el suicidio, se llevará una espantosa sorpresa: se encontrará más vivo que nunca y sufrirá las consecuencias de su acto de rebelión contra la Voluntad de Su Creador. Alziro Zarur nos enseña que el suicidio no es la solución para las congojas de nadie.
Las diversas formas de suicidio y sus terribles consecuencias
Con la Cruzada Salvemos Vidas, la Religión de Dios trabaja intensamente para llevar a todos el precioso conocimiento de que la Vida es eterna. Y por eso se declara en contra del suicidio.
El suicidio no es sólo el quitarse la vida. De hecho, todo gesto que ofende la Ley Divina es un suicidio. El mal religioso es suicida, lo mismo que el mal científico, el mal político, el mal educador, el mal artista, el mal comunicador, el mal deportista, en fin, el Ser Humano malo. Todo aquél que perpetra actos en contra de su semejante es suicida. El que arruina la Naturaleza, el traidor, el desertor. ¿qué son sino suicidas?
Respetar la vida, en cualquiera de sus etapas, es la Ley Máxima que debemos cumplir, no sólo con respecto al prójimo sino, igualmente, a nosotros mismos, so pena de engendrar un infierno particular, ese estado de conciencia comparado a la segunda muerte, o muerte espiritual, de la que habla la Biblia Sagrada.
Nadie se muere. Por eso suicidarse es una locura, aunque lo nieguen algunos comunicadores, quienes, de modo inconsecuente, fomentan la práctica del suicidio. ¡Pobres Hermanos! Usando mal los medios de comunicación, al inducir al error a tanta gente, erigen su propia desdicha futura. Porque todos los días son días de renovar nuestro destino, pensamiento que está grabado en la base del Altar y Trono de Dios, en el Templo de la Buena Voluntad, que queda en Brasília, Brasil. Puede ser que Usted no crea en la eternidad de la Vida, pero debe conceder a sí mismo, o a sí misma, el privilegio de la duda. ¿Y si acaso la Vida es realmente eterna? ¿Ya se puso a pensar en eso?
Los comentarios no representan la opinión de este site y son de responsabilidad exclusiva de sus autores. No se permite la publicación de materiales inadecuados que violen la moral, las buenas costumbres y/o los derechos de terceros. Más información en Preguntas frecuentes.