El amplio sentido de ciudadanía
La madurez creciente de un pueblo que está descubriendo sus derechos de ciudadano, aunque tardíamente, doscientos años después de la Revolución Francesa [estábamos en 1991], lo hará finalmente concluir que ningún país puede desarrollar verdaderamente sus talentos si continúa subsistiendo como una gran casa de señores y esclavos, o encerrarse como una ostra xenófoba o abrirse de forma temeraria, a punto de perder su identidad, su soberanía.
La comprensión de las masas no estará completa hasta que entiendan el valor de la ciudadanía en el amplio sentido, ya que no es suficiente considerar al ciudadano solo en su contexto físico, sino también en el espiritual, porque en resumen cualquier integrante de los grupos humanos está formado por cuerpo y Alma. En fin, en el origen somos Espíritu. He aquí el sentido pleno de ciudadanía, que no puede admitir tan solo el analfabetismo de las letras humanas, sino también la ignorancia de los temas espirituales.
El desconocimiento de esta realidad, sobre la cual acabamos de reflexionar, favorece el aumento de las acciones que causan el hambre, el desempleo, el sectarismo, el frío ideal individualista, es decir, ególatra, la promoción del escarnio con los que sufren en la sociedad*1, porque la riqueza y la pobreza se sitúan dentro del ser humano; exteriorizarlas, o no, depende de la mentalidad y de factores culturales (en el futuro próximo, marcadamente espirituales), que necesitan ejercitarse. Esta es una situación que no afecta únicamente a Brasil, es mundial: durante generaciones se fue ofreciendo a la gran mayoría de los niños y jóvenes un poco más que basura. Después hay quienes se sorprenden con el resultado obtenido por tan funesta siembra, la cultura del crimen (que se deleita en el conflicto entre los pueblos, o incluso dentro de las familias y de las naciones, verdaderas guerras civiles no declaradas), de la cual la juventud es la principal víctima (como está en el Apocalipsis, 8), una causa más entre tantas otras en todas las clases. No basta subir el vidrio del auto. Es suicidio desviar la atención de los hechos. Nunca fue efectivo esconder la cabeza en la arena, como el avestruz. (...)
No es sin propósito esta meditación de Bonaparte (1769-1821): “Cada hora de tiempo perdido en la juventud es una posibilidad más de desgracia en la adultez”.
Ahora bien, esto también se aplica a las naciones que nacen, crecen, maduran, cuando cosechen lo que han plantado en fases anteriores, o no, si no supieran honrar, más que eso, sublimar su patrimonio espiritual, social y humano*2. He aquí el desafío a vencerse en el campo de la Educación: el de aliar a la Instrucción la Espiritualidad Ecuménica. Nosotros, de la Legión de la Buena Voluntad (LBV), tenemos plena certeza de que el Evangelio y el Apocalipsis ofrecen una estructura espiritual, psíquica y ética para que se produzca esa transmutación, cuya hora ha llegado, más que esto, es urgentísima.
De ahí señalé, en una entrevista que concedí al renombrado periodista Ibrahim Sued*3 (1929-1995), sobre la pedagogía innovadora que aplicamos en la LBV, uniendo la ética a la enseñanza para la formación del Ciudadano Ecuménico. Presento, a continuación, fragmentos de lo que respondí en las preguntas del inolvidable Ibrahim, en esa época:
Última entrevista con Ibrahim Sued
Ibrahim Sued: Sé que la Legión de la Buena Voluntad tiene una línea pedagógica innovadora. ¿Cuál es la fórmula de la LBV para resolver el problema de la educación en Brasil?
Paiva Netto: Antes que nada, aplicar el no siempre debidamente valorado Amor, según la definición de Laura, madre del enfermero Lísias, personajes del libro Nuestro Hogar, de autoría del Dr. André Luiz, en la psicografía de Chico Xavier (1910-2002): “El Pan Divino de las Almas, la Llama Sublime de los Corazones”.
Amor versus connivencia
Ahora bien, mi estimado Ibrahim, lo que más se ve por ahí es el resultado de su carencia. Nada más pedagógico que el Amor Fraterno, siempre que sea enérgico y justo. Naturalmente, el Amor no se puede confundir con connivencia en el error, ya que están aquellos que consideran que amar es concordar en todo, sin que importe si está equivocado. Amar es justamente lo contrario, cuando se sabe corregir con generosidad a la persona en su equivocación, aunque con ponderado rigor. (...) Aristóteles (384-322 a. C.) advertía que “todos cuantos han meditado en el arte de gobernar al género humano acaban por convencerse de que la suerte de los imperios depende de la educación de la juventud”. Sin embargo, ¿dónde comienza la real educación? (...) En la Pedagogía de la Legión de la Buena Voluntad, que predica la Sociedad Solidaria, pretendemos formar al Ciudadano Ecuménico, es decir, al ser humano que supera la mera capacidad, ya que el Ciudadano Ecuménico es el ciudadano solidario, por lo tanto, no egoísta. Es quien no se deja seducir por el fanatismo, porque entiende que no tiene sentido odiar en nombre de Dios, que es Amor. En fin, es el que sabe respetar a la sagrada criatura humana sin prejuicios y sectarismos. El que es ético no puede acobardarse. Cuando el territorio no es defendido por los buenos, los malos hacen “justa” la victoria de la injusticia. (...) En realidad, mi estimado Ibrahim, lo que la LBV propone es un extenso programa de Reeducación. Y es lo que venimos realizando dentro de nuestras posibilidades, buscando despertar el interés de tantos idealistas, que, como nosotros, no creen en la fatalidad de destinos permanentemente condenados a la desgracia, por cuestiones sociales, políticas, religiosas, étnicas... Además, nada se construye basado en represiones. Esa acción permanente de la LBV por la reeducación del pueblo impresionó mucho al periodista Gilberto Amaral, de Brasília/DF, Brasil, al punto de declarar en el periódico Correio Braziliense: “La Legión de la Buena Voluntad da una clara y evidente demostración al país de cómo educar, principalmente a los más simples” (...).
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Nota de los editores
*1 Ciudadanía en el sentido amplio: cuerpo y Alma, ciudadanía completa: vea Sagradas Diretrizes Espirituais da Religião de Deus, do Cristo e do Espírito Santo [Sagradas Directrices Espirituales de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo], volumen 2, pág. 41 “Até aonde vão os governos” [Hasta dónde van los gobiernos], de la autoría de Paiva Netto.
*2 Honrar y sublimar el patrimonio de un pueblo: en la visión de Paiva Netto, “para desarrollarlo no basta instruir, educar; es necesario espiritualizar a las masas. He aquí la misión de la LBV: promover el Desarrollo Social, Solidario y Sostenible, Educación y Cultura, Arte y Deporte, con Espiritualidad Ecuménica, para que haya Conciencia Socioambiental, Alimentación, Seguridad, Salud y Trabajo para todos, en el despertar del Ciudadano Planetario”.
*3 Ibrahim Sued: considerado como el primer periodista en elaborar columnas sociales en Brasil. Algunos años después de lanzarse en el periodismo impreso, amplió su columna y empezó a focalizar en temas de interés nacional e internacional. La entrevista con el Director Presidente de la LBV fue el último gran reportaje del género realizado por Ibrahim en su larga y exitosa carrera.
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