El conocimiento espiritual genera abundancia
Usar los avances del saber al servicio de la Solidaridad, en el combate efectivo a la miseria material y espiritual, que afecta multitudes. Esa es una de las propuestas presentadas por Paiva Netto en este artículo, que forma parte del capítulo VI del libro El Capital de Dios. En el texto, nacido de mis intervenciones improvisadas, en la década de 1990, de la predicación del Apocalipsis de Jesús para los Humildes de Corazón, él también asevera la necesidad de pensar ecuménicamente en la distribución de ingresos y en el acceso democrático a la enzeñanza, que, en su opinión, es factor que genera riqueza. ¡Aprovechen el estudio!
Los editores
El conocimiento es patrimonio eterno del Ser Humano y de su Espíritu inmortal. En la Economía, genera riqueza. Unido al Amor Fraternal, creará prosperidad. ¡¿Sueño?! ¡Cuántas cosas fueron primero un sueño, pero son hoy realidad, aunque lejos de la perfección deseada!... Se trata de un paso decisivo para la vivencia de la Sociedad Solidaria, componente de la Estrategia de la Supervivencia, basada no sólo en las leyes que rigen el comportamiento humano, sino, en especial, en las que gobiernan el Mundo Espiritual, de donde todos somos originarios.
En estos tiempos de globalización de beneficios mal distribuidos, principalmente para la multitud incontable de los "sin-acceso”, como los denomina el periodista Francisco de Assis Periotto, toda nación tiene el deber, más que el derecho, de ser creativa, de volverse económicamente estable, expandir su industria, su comercio y servicios; de modernizar la instrucción y la educación de su pueblo (iluminándolo todo con el toque de la Espiritualidad), su red de comunicaciones y de transportes; de buscar la integración harmónica con las demás poblaciones; y de alcanzar prestigio internacional. Es lo obvio, pero, por eso mismo, hay que proclamarlo. Sin eso, vigora la barbarie, que por ahí vemos — cada vez menos disfrazada — y que, por más increíble que parezca, la mayoría quizá no mida de manera apropiada, pues hay un minucioso esfuerzo para mantenerla distraída, como en el tiempo de los césares romanos. Sin embargo, ciertamente ella irá sintiendo cada vez más sus efectos. Eso es fatal. Es sólo una cuestión de tiempo.
Ningún dirigente puede hacer nada solo. Necesita el apoyo de la sociedad. No obstante ello, lo mínimo que se espera es que gobierne para su pueblo.
¿Qué puede impedir que los objetivos que beneficiarán a cualquier país se alcancen sin tardanza, en el ámbito planetario? La exacerbación del individualismo aliado al deseo de dominio que pueda existir en las conciencias humanas distorsionadas, que fructifican en épocas de corrupción e impunidad desenfrenadas, y a la falta de perseverancia entre muchos de los que se oponen a ese estado de cosas.
No sin motivo escribió así Jean-Paul Sartre (1905-1980): — El hombre está constituido por sus múltiples decisiones y es plenamente responsable por ellas.
"Bienaventurados los pacificadores”
Muy apropiado el análisis del reverendo Sátilas Amaral Camargo — ilustre pastor presbiteriano y primer director responsable del núcleo de la Legión de la Buena Voluntad en la ciudad de Curitiba, Brasil, en los albores del movimiento legionario en la capital del estado de Paraná — publicada en la revista BOA VONTADE no. 8, de febrero de 1957, acerca del Sermón del Monte, de Jesús, que es vanguardia de la conceptuación y de la vivencia de la Ciudadanía Ecuménica, en la que el Ser Humano es valorado como el Capital de Dios:
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados Hijos de Dios (Evangelio del Cristo, según Mateo, 5:9).
"(...)
"Bienaventurados los pacificadores, y no los pacíficos, que sólo toman una actitud pasiva, no reaccionan y no van más allá; los que fomentan la Paz son activos, emplean todos sus esfuerzos y energías para lograr la reconciliación. El puro de corazón verá a Dios, pero el pacificador tiene un privilegio aun mayor, porque es llamado hijo de Dios.
"(...)
"En la formación de ‘Un Sólo Mundo’, como dijo Wendell Wilkie, y de una familia humana, sin odios, sin barreras, sin prejuicios, necesitamos la colaboración de todos los hombres de Buena Voluntad, que son los pacificadores.
"(...).
"Jesús nunca predicó la omisión. Si lo hubiera hecho, no habría sido crucificado. Y el reverendo Sátilas termina diciendo:
"(...)
"La reconstrucción del mundo y el establecimiento de la verdadera Fraternidad deberán empezar por una revolución espiritual en el corazón de cada individuo, reconociendo a Dios como Padre de todos y al prójimo como su hermano. Necesitamos una reforma espiritual, universal, que comience por el individuo y se proyecte en la vida social.
"Regenerado el hombre, reintegrado en sus finalidades constructivas, restaurada en todo su vigor la imagen divina de su gloriosa filiación, estará apto para colaborar con eficiencia en la solución de los principales problemas humanos, inclusive el de la eliminación de la guerra.
"En la infancia que despunta, en la juventud que marcha y en los pacificadores maduros por las experiencias de la vida y bajo la inspiración del Príncipe de la Paz está la esperanza de un mundo mejor, unido por la Fraternidad de los hijos de Dios”.
El valor trascendental — religioso, moral, social, político, por lo tanto económico (en el sentido lato de la palabra) — del Sermón del Monte es tan relevante que hizo que Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) afirmara:— Si fueran destruidas todas las obras de la Humanidad y sólo sobrara el Sermón del Monte, nada se habría perdido.
Reforma espiritual y humana
A las vísperas del Tercer Milenio, urge definitivamente entender que cualquier reforma sustancial debe emanar de la transformación profunda del Ser Humano, a partir de la comprensión perspicaz del significado de su Espíritu eterno, aunque lo que se ve por ahí, la mayoría de las veces, es lo opuesto — bien patrocinado y subvencionado, porque "eleva los índices de audiencia” —, aunque arrase a la población, pues desvía su atención de sus verdaderos problemas, hasta que, un día, la hipnosis no funcione más, puesto que las cuestiones se agravaron al extremo. Reeducar para la libertad no es tarea de un minuto, sino, es sí, algo que hay que hacer antes que no haya más tiempo ni siquiera para el Tiempo.
Armas de todo tipo amenazan la supervivencia humana. Y ellas no disparan solas; es necesario que alguien les apriete el gatillo, y de esas personas es urgente desarmar del odio al corazón. Muy a propósito este soneto de Laurindo Rabelo (1826-1864), el "poeta lagartija”, como le decían debido a su elevada estatura:
Cuenta del Tiempo*1
Dios pide estricta cuenta de mi tiempo;
Forzoso es de mi tiempo ya dar abasto.
¿Pero, cómo dar, sin tiempo, tanta cuenta,
Yo que gasté, sin cuenta, tanto tiempo?
Para tener mi cuenta hecha en tiempo,
Dado me fue tiempo y no hice la cuenta.
No quise, sobrando tiempo, hacer la cuenta;
¡Quiero hoy hacer la cuenta y falta tiempo!
¡Oh! ¡Tú que pierdes tiempo sin tener cuenta,
No gastes ese tiempo en pasatiempos!
¡Ocúpate, mientras hay tiempo, de hacer la cuenta!
¡Pero, oh! Si los que cuentan con su tiempo
Tuvieran de ese tiempo alguna cuenta,
¡No llorarían como yo el no tener tiempo!
El impasse que la insensatez humana erigió, durante los milenios, se resume actualmente a esto: o se integra o se desintegra*2. Ocurre, sin embargo, que ciertas personas tienen miedo de progresar. Ponen en tan elevado nivel sus proverbiales convicciones que, aun sin darse cuenta, hacen de las ideologías murallas insuperables para sí y en ellas se cierran, sitiadas. Aun siendo notables en su esfera del saber, temen pasar cualquier frontera. Se detienen en el espacio y en el tiempo, literalmente...
Entre esas criaturas, hermanos nuestros, se alinean los grandes adversarios de las innovaciones. Que lo digan los que sufrieron todo tipo de incomprensión o persecución, tales como Jesús, Sócrates, Galileo, Harvey, Fulton, Semmelweis, Madame Curie, Tesla, Freud, Zoroastro, Isaías (Profeta que fue serrado por el medio), Daniel (también Profeta, que fue tirado a los leones, y lo salvó su fe en Dios), Zumbi de los Palmares, Bezerra de Menezes... la lista es inmensa.
La insuficiencia de la Cultura sin Espiritualidad*3
La Cultura da subsidios abundantes para que se construyan caminos de progreso. Sin embargo, las experiencias tradicionales heredadas de las generaciones anteriores (sin las que tampoco hubiéramos llegado donde estamos) no contienen, a veces, el indispensable aporte de la vivencia de la Espiritualidad para la institucionalización de los deberes y derechos ecuménicos de ciudadanía, a ser desarrollados en el Tercer Milenio, esenciales para establecer un paradigma realmente nuevo y prometedor en los campos económico, social, político, filosófico, religioso, ecológico, educativo, artístico, deportivo y así sucesivamente. El Ser Humano no es sólo estadística.
En el choque de culturas que algunos prevén, con intensidad cada vez mayor, para el siglo XXI, la cuestión es jamás despreciar las múltiples oportunidades de desarrollo para el bien común que la moderna tecnología nos ofrece. Es conveniente, sin embargo, actuar de forma que, pari passu, los avances del saber contemplen mecanismos que expandan la Solidaridad, en el combate efectivo a la miseria moral y espiritual, que afecta la prosperidad de cualquier sociedad. Eso es pensar ecuménicamente en la solución efectiva de la distribución de ingresos y del acceso democrático a la educación, por ejemplo, cuya falta, en la actualidad, aprehende en la indigencia, por todo el orbe, poblaciones enteras. Una verdadera falta de respeto a la dignidad humana. Hay que prestarle atención redoblada a lo que registró, hace tantos años, el escocés Adam Smith (1732-1790). Dijo el padre de la economía política: — La pobreza a nadie deshonra, pero es incomodísima.
Sucede, sin embargo, que existe un agravante en todo eso, mi querido Adam, que queda demostrado en esta advertencia de Gandhi, el libertador de la India:— El mayor crimen es el hambre.
Tiene razón el Mahatma, dado que el hambre y las consecuentes enfermedades — que abaten a millones en todo el Planeta todos los años — constituyen un genocidio silencioso. No hay régimen bueno mientras que el Hombre sea malo. Podemos observar, en las entrelíneas de ese drama que vemos por el mundo, un mensaje escrito con tinta fortísima: así como el hambre *4, el miedo es malo consejero. Es evidente que no se puede confundir temor con prudencia, porque esta ilumina e impulsa la Buena Voluntad de los seres dispuestos a transformar ese estado de cosas, como propone el filósofo e historiador inglés Bertrand Russell (1872-1970):— En Educación y otros campos de la existencia, lo que la Humanidad más necesita es de la sustitución del temor por la esperanza.
Es la pura verdad, estimado Russell, ya que la esperanza nunca muere*5. Por ello hemos trabajado, durante largos años, por la Educación solidaria, sin olvidarnos nunca de la imprescindible Espiritualidad, como brújula que nos señala el camino ideal para alcanzar la tan soñada concordia planetaria, cuya dificultad para lograrse fortalece la decisión de los que no capitula ante las agruras del camino.
¿Quién tiene la llave mágica?
El Socialismo utópico afirma poseer la llave mágica. Eso, hasta ahora, no se ha concretado. El éxito de cualquier propuesta depende mucho menos de reglas — no siempre bien configuradas — que de la postura ética del individuo. Asimismo, el Capitalismo, hegemónico de hoy día, no ha devenido, hasta el momento, la "solución” efectiva que pretende producir.
Primero tiene que dejar de ver en la frente del semejante el símbolo de dinero. No obstante ello, la Historia continúa, a pesar de Fukuyama*6, pues el Hombre sigue pensando, buscando alternativas eficientes para conciliar libertad y justicia social, es decir, los puntos positivos de los dos sistemas político-económicos que estuvieron, y están, en evidencia en este siglo XX y no pasado. ¿Y el Comunismo? ¡¿Ya no existe?! ¡¿Se ha olvidado usted de China?! En la esfera de la Economía, el proceso es sintomáticamente capitalista, pero el régimen es marxista, maoísta. Y, óigame bien, en esta era en que el aislacionismo ha perdido terreno, no hay mundo sin la patria de Confúcio (551-479 a.C.). Por cierto, en 1987 escribí, para la International Business and Management, una página que titulé "No hay mundo sin China”*7. (...) Ese gran país, repositorio de sabiduría milenaria, que ya fue llamado "Peligro Amarillo”, sigue siendo, de cierta forma, un enigma a ser descifrado por Occidente.
Sobre tan extenso y populoso territorio, declaró Napoleón Bonaparte (1769-1821) que, cuando él despertara, el Planeta ciertamente temblaría. No hay motivos para tantos temores. Capitalistas convencidos, como Richard Nixon (1913-1994) y Henry Kissinger, establecieron una fuerte relación con la nación de Deng Xiaoping (1904-1997). Ya decía Marx (1818-1883) que "los extremos se tocan”. Y talvez por eso la Humanidad no se haya acabado...
En la década de 1930, anduvieron por ahí — como lo hacen cíclicamente — anunciando el término de todo. El tal año llegó, el "fin del mundo” pasó, y la vida, caprichosa, siguió... El inolvidable Assis Valente (1911-1958), gran compositor de música popular brasileña, no perdió su oportunidad: compuso una samba sabrosa, que la graciosa Carmen Miranda (1909-1955) — a pesar de los envidiosos, la portuguesa más brasileña que se ha visto jamás — interpretó con su estilo tan travieso:
"Y el mundo no se acabó
"Anunciaron y aseguraron que el mundo se iba a acabar.
"Por eso la gente de mi casa empezó a rezar
"y hasta dijeron que el sol iba a nacer antes de la madrugada "
Por eso aquella noche allá en el cerro no se tocó tambor".
Y, al acabar la canción, vemos que
"va a haber ruido, va a haber lío,
"Porque el mundo no se acabó."
Informaciones precisas sobre el fin
Quien quiera noticias fundamentadas sobre un posible "fin de todo” analice (pero sin fanatismos) el Apocalipsis de Jesús, según Juan; los profetas judíos, del Viejo Testamento; el Corán, de los musulmanes; el Libro de los Vedas, de los brahmanistas; y las noticias que aparecen en la prensa sobre el calentamiento global. También debe informarse sobre el crecimiento de la industria armamentista. Ella no está fabricando bombitas para fiestas populares... En lo que se refiere a "fin del mundo”, prefiero quedarme con la tesis del periodista, hombre de radio, escritor y poeta Alziro Zarur (1914-1979), que, tras estudiar el Libro (bíblico) de las Profecías Finales, sin radicalismos, concluyó que aquel anuncia, eso sí, "el término del mundo de la maldad”. Basta con recordar que, en el Nuevo Testamento, el tan calumniado Apocalipsis presenta, en su desenlace, un nuevo Cielo y una nueva Tierra.
La Verdad no tiene dueño
Sería una locura "satanizar” capitalistas, socialistas o comunistas y tantos cuantos existan defendiendo caminos sociales y económicos para los pueblos. Pues bien, nadie es dueño de la Verdad. Entre los fundamentos que inspiran tales tendencias ideológicas hay propuestas brillantes, responsables por resultados y conquistas a favor de la colectividad, aunque no siempre aplicadas de la forma debida por los liderazgos de las multitudes. Hablando de eso...
Hitler, Stalin y Prokofiev
Por eso vemos absurdos, en un planeta que se denomina, tales como la vergonzosa penuria de masas incontables, aun dentro de grandes potencias, y abusos, como los genocidios promovidos por Adolfo Hitler (1889-1945), el cruel dictador austríaco-alemán. Basta con ver que persiguió, entre millones, benefactores de la Humanidad, como Sigmund Freud (1856-1939) y Albert Einstein (1879-1955), y fue responsable por la muerte de Ana Frank (1929-1945). No todos saben que él se naturalizó alemán, cuando ya era personalidad de proyección internacional, pues era austríaco de nacimiento.
Otro "lindo” ejemplo fue Joseph Stalin (1879-1953), en la antigua Unión Soviética (URSS), donde, como ocurrió en Alemania, hasta los artistas fueron perseguidos por el régimen. Precisamente en Rusia, cuyo pueblo es esencialmente creativo y tiene un fuerte espíritu místico... El caso del músico Sergio Prokofiev (1891-1953) es emblemático.
A propósito, murió el 5 de marzo, en Moscú, 55 minutos después que Stalin, que lo había perseguido de manera execrable. Todo empezó en 1938, cuando Prokofiev compuso Semyon Kotko, una de sus más bellas óperas, que contaba la historia de un joven héroe durante la ocupación de Ucrania por los alemanes después de la Revolución Bolchevique, en que los germánicos eran los villanos. Sin embargo, el autor de Pedro y el Lobo no se imaginaba que, un poco más tarde, Alemania se aliaría a la URSS. Se trataba de un pacto precisamente de lobos, de modo que, en la primera oportunidad, uno pudiera asesinar al otro. Quien dio la embestida traicionera fueron los nazis, el 22 de junio de 1941, con la Operación Barbarroja*8, con la cual invadieron la patria de León Tolstoi (1828-1910). Como resultado de ello, Prokofiev no pudo seguir poniendo en escena su obra. Stalin no se conformaba viendo la brutal acción alemana retratada artísticamente. Vsevolod Meyerhold (1874-1940), amigo de muchos años de Prokofiev y productor de la pieza, fue asesinado por el régimen.
El compositor perdió el cargo de Embajador de la Música para Países Occidentales y no pudo hacer más giras fuera de la URSS. Algunos historiadores cuentan que en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Soviet Supremo prohibió con carácter retroactivo el matrimonio de soviéticos con extranjeros, la unión legal de Prokofiev con la soprano Carolina Codina, conocida como Lina Llubera, de origen español y madre de sus dos hijos, fue anulada. Un año después, el músico se casó con la poetisa Mira Mendelssohn. Treinta días después de la unión de Prokofiev con Mira, Lina fue enviada a un campo de concentración en la Siberia, donde permaneció presa por ocho años, hasta regresar a Moscú y después a Europa. Después de eso, los alemanes fueron representados en la pieza teatral como villanos anónimos, pero ni eso aplacó la furia de Stalin, que, decidió retirar Semyon Kotko del repertorio oficial.
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*1 Cuenta del Tiempo — Psicografía del inolvidable Francisco Cândido Xavier (1910-2002).
*2 Pensamiento de Paiva Netto, citado por él en el periódico Folha de S.Paulo de 18 de septiembre de 1988, en el artículo "Olimpíadas, Paz, Ecumenismo (I)”.
*3 La insuficiencia de la Cultura sin Espiritualidad — El concepto del autor sobre Espiritualidad es presentado en la segunda parte de este capítulo de El Capital de Dios.
*4 Hambre — Como lo definió Virgilio, en La Eneida, "El hambre es mala consejera”.
*5 La esperanza nunca muere — Poema de Paiva Netto publicado en su libro Dialéctica de la Buena Voluntad — Reflexiones y Pensamientos y musicalizado por el maestro Vanderlei Pereira.
*6 Fukuyama — En 1992, el PhD en Ciencias Políticas Francis Fukuyama, al analizar el establishment de la Democracia Liberal Capitalista, ante la ruina del Estado soviético, concluyó: "La Historia acabó” — a lo que el líder de la Buena Voluntad refutó: "Mientras haya alguien pensando habrá Historia”.
*7 "No hay mundo sin China” — Esta página también se repartió entre los participantes de la VI Conferencia sobre la Mujer, realizada en Beijing, en septiembre de 1995.
*8 Nota del autor: Operación Barbarroja — Las tropas de Hitler tuvieron el mismo destino de las de Napoleón Bonaparte: fueron derrotadas por el "general invierno”, del que ya les he hablado
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