Ciencia y Fe en el camino del equilibrio (I)
Brasilia/DF, Brasil, 18 de octubre de 2000 — miércoles.
Mis Amigos y Hermanos en Humanidad que nos honran con su ilustrísima presencia en el I Foro Mundial Espíritu y Ciencia, realizado en el Parlamento Mundial de la Fraternidad Ecuménica, de la Legión de la Buena Voluntad, LBV, bajo la siguiente convocatoria:
1) Objetivo del Foro
a) Promover el intercambio entre el conocimiento científico y las distintas tradiciones religiosas y espirituales sobre el Espíritu del Ser Humano.
b) Estructurar nuevos paradigmas para el desarrollo sustentado de una sociedad fraterna, solidaria y ecuánime, a partir de una perspectiva espiritual y ecológica que garantiza la Paz Mundial.
c) Construir políticas basadas en las convergencias establecidas entre Espiritualidad y Ciencia, consolidarlas en proyectos, publicarlas y encaminarlas a los respectivos órganos de competencia pública y privada con amplia divulgación en todos los medios de comunicación.
2) Propuesta general
El I Foro Mundial Espíritu y Ciencia, más allá del debate teórico, pretende estimular la implementación de sus propuestas en el campo pragmático de las realizaciones de la sociedad civil.
Saludo
A todos los vanguardistas aquí presentes o no, saludo bajo la invocación de la Paz, porque ésta es la Bandera de la LBV Mundial.
La Legión de la Buena Voluntad evidencia en este Encuentro dos características: espiritual y científica, teniendo en vista la finalidad del Foro.
La lógica no concibe barreras
En la Ciencia, nada se encuentra en su forma definitiva.
Es fuera de la lógica concebir barreras para una especialidad esencial al desarrollo humano, en que investigar, analizar, concluir, investigar de nuevo, analizar una vez más, para concluir en amplitud de reflexión ad infinitum — es la base de su luminosa lucha. Mayormente ahora, cuando el mundo está transformándose muy de prisa.
En el libro La locura bajo un nuevo prisma, escribió el Dr. Adolfo Bezerra de Menezes*¹ (1831-1900), que fue médico, profesor, orador, político, Presidente de la Cámara Municipal de Río de Janeiro, cargo equivalente, hoy, al de Prefecto municipal:
— La prueba de que no sabemos nada del Infinito Saber, que es nuestro destino conquistar, se encuentra en el hecho de que la Ciencia camina siempre, sin que pueda afirmar: toqué el punto final.
Eso quiere decir que la Ciencia, en especial en su rama llamada Sociología, no puede ser aprisionada en una torre de marfil. Su área de influencia, en una alianza con la Religión, abarca todo lo que represente el examen del fenómeno humano, social y espiritual en la Tierra, como en la concepción del físico norteamericano Brian Swimme, citado por el escritor Eduardo Castor Borgonovi*²:
— Estoy convencido de que cualquier visión del Universo que no nos deje impresionados no tiene importancia para nosotros. No necesitamos de visiones sensatas. Necesitamos de las más chocantes y fantásticas visiones del Universo que pudiéramos encontrar.
El autor del Libro de las Revelaciones, en un reciente artículo publicado en Estadão on-line y distribuido por la Agencia Estado, enfatizó que este Congreso “(...) reúne un número de autoridades tan respetables, que lo ubica como el mayor evento del género realizado en América Latina. (...)” Y agregó: “(...) Al realizar el I Foro Mundial, en su ParlaMundi de Brasilia, la LBV pone al Brasil a la par de la tendencia de punta del pensamiento mundial (...)”.
Ciencia e investigación incansable
El renombrado astrónomo y físico Ronaldo Rogério de Freitas Mourão fue el primer brasileño en tener un asteroide con su nombre. En una entrevista a la Red Buena Voluntad de Radio, en marzo de este año, se expresó así:
— La Ciencia es un proceso de conocimiento de la Naturaleza, que utiliza una serie de métodos. El científico es exactamente el de la comprobación. Elevamos una hipótesis, sometiéndola a experiencias que la comprueban o no. El principal objetivo de la Ciencia es siempre estar poniendo en duda aquello que afirmamos. No hay una Ciencia absoluta (...). No creemos en algo porque simplemente creemos, sino que siempre se cuestiona la probabilidad de que exista o no lo que fue analizado.
Romper preconceptos
Albert Einstein*³ (1879-1955), en 1940, dirigiéndose a la Conferencia sobre Ciencia, Filosofía y Religión, en el Seminario Teológico Judaico de América, en Nueva York, declaró:
— La Ciencia sólo puede ser creada por aquellos que están totalmente llenos de aspiración a la verdad y a la comprensión. El origen de este sentimiento, no obstante, emana de la esfera de la Religión. A ella también pertenece la fe en la posibilidad de que las reglas válidas para el mundo de la existencia sean racionales, esto es, comprensible a la Razón. Yo no puedo concebir a un científico genuino sin esa fe profunda.
Además, como observó el ilustre profesor Walter Bagehot (1826-1877):
— Una de las mayores aflicciones para la naturaleza humana es la angustia que le causa una idea nueva.
El viejo Einstein estaría de pleno acuerdo con el economista británico, porque en el siglo siguiente, el vigésimo, que está terminando, diría:
— (...) es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto.
El creador del Instituto Brasileño de Investigaciones Psicobiofísicas, ingeniero Hernani Guimarães Andrade, nombre reconocido entre los investigadores científicos de varias nacionalidades, destaca en su libro La transcomunicación a través de los tiempos un parecer apreciable del Nóbel de Medicina, fisiologista y pensador francés Charles Richet*4 (1850-1935), fundador de la Revista de Metapsíquica , que también tuvo que enfrentar la convención:
— Sé muy bien (por mi propia experiencia) cuán difícil es creer en aquello que se vio, cuando lo que fue visto no está de acuerdo con las ideas generales, vulgares, que forman el fondo de nuestros conocimientos.
Posición del ParlaMundi sobre los temas en debate
Desde antes de las conferencias que di por radio y por TV, en el contexto de la serie El Apocalipsis de Jesús para los Simples de Corazón, iniciadas en noviembre de 1990, expuse la posición de la Legión de la Buena Voluntad sobre los temas desarrollados en los debates realizados bajo sus auspicios, como los que hoy se llevan a cabo en el Parlamento Mundial de la Fraternidad Ecuménica. Ella busca obedecer al buen sentido. Por ejemplo: respetada la fe o la convicción de todas las criaturas, la cuestión no es creer o dejar de creer; sino saber sobre la veracidad de las tesis, lo que corresponderá a los estudiosos reconocidamente capacitados, que se encuentran tanto en el campo científico, filosófico o religioso. Decía Gandhi (1869-1948) que la diferencia de opinión no es un motivo para el odio.
En ocasión del I Foro Internacional de Ufología, realizado en este ParlaMundi, del 7 al 14 de diciembre de 1997, me manifesté de la siguiente manera, en el editorial de la Revista LBV y en diversos periódicos en Brasil y el Exterior:
"En este fin de siglo y milenio, marcado por desafíos y notables descubrimientos y conquistas, es meritoria la iniciativa de que se abra un espacio ecuménico, sin preconceptos, para una discusión seria e independiente sobre Ufología. ¿Por qué no?
"En sus tres años de actividades, el ParlaMundi — que es parte del Conjunto Arquitectónico del Templo de la Buena Voluntad, el monumento más visitado de Brasilia, capital del Brasil — promovió numerosos congresos, simposios, conferencias y debates sobre salud, educación, trabajo, globalización, espiritualidad, ecología, ética, tecnología, paz mundial, entre otros importantes temas. Participó de las celebraciones del cincuentenario de la Era Ufológica Moderna, con la realización de este Encuentro Internacional. Se sabe que en ninguna ocasión anterior hubo en el mundo un acontecimiento de este género que pudiese ser realmente considerado de amplitud mundial, a pesar de los esfuerzos y trabajos loables de muchos grupos de estudiosos de la Ufología.
"Hace mucho tiempo, el mundo discute la existencia de los llamados UFOs. Relativo a esto, la cuestión no es creer o dejar de creer en ellos; sino saber si esos fenómenos son o no verdaderos. La comprobación de esa realidad cabe naturalmente a la Ciencia. La posición filosófica adecuada es la de que no se puede, a priori, negar esa posibilidad, porque sería una arrogancia de nuestra parte pensar que sólo existe vida aquí en nuestro querido, con todo, pequeño Planeta Tierra”.
Sobre la realidad de la vida, ¿será que sólo existe aquella a la que estamos acostumbrados en este orbe celeste? ¿O sólo lo que conseguimos sentir y ver con nuestros limitados (incluso para la existencia terrena) cinco sentidos, es real? Deberíamos ser menos pretenciosos, porque existen animales que oyen mejor que nosotros y otros que presienten los cambios atmosféricos y los desórdenes geológicos antes que el homo sapiens...
Un físico habla sobre la humildad en la Ciencia
El físico internacionalmente premiado, profesor de Dartmouth College (EE.UU.), Marcelo Gleiser, durante el programa Ecumenismo, en la Red Mundial — La TV de la Educación con Espiritualidad, que salió al aire en septiembre de este año, explicó brillantemente:
— Todo científico tiene que tener la humildad de aceptar el hecho de que la Ciencia tiene límites y que, de esos límites, de esas cuestiones que no pueden ser explicadas, todos tienen el derecho de buscar la respuesta de la manera que quieran, mediante la Razón o la Fe. Las dos contribuyen para que hagamos mejor al Ser Humano, para que se dé más humanidad a las personas.
De la palabra del Dr. Gleiser, podemos inferir que, el día en que la Ciencia pase las fronteras establecidas, no por ella misma, sino por algunos de los temerosos referentes de su área de acción, la Humanidad no conocerá más obstáculos para realizar su notable destino de civilización civilizada; por lo tanto, capaz de superar todos los obstáculos levantados por hombres, incluso cultos, que precisan liberarse de las cadenas forjadas por el saber tradicional, tan perjudiciales al gran destino del pensamiento creador científico y religioso.
(Continúa)
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