La expresión verídica de Amor y Justicia
Muchos todavía confunden Amor con pasividad o impunidad, cuando su significado es exactamente lo contrario. Ahora bien, es inconcebible que haya una sociedad justa sin que ella reciba la iluminación sacrosanta del Mandamiento Nuevo del Legislador Divino. Por simple deducción o por la más pura lógica, aquella que no se niega a reconocer la existencia de una Sabiduría por encima de todo conocimiento terrenal, observamos que Jesús, el Estadista por excelencia, se ha preocupado por revelar Su Instrucción Máxima en forma de ley, a fin de establecer el orden:
— “Ámense como Yo los he amado”. (Buena Nueva, según San Juan, 13:34).
Hemos sido colocados delante del mayor de todos Sus preceptos, la base de la Constitución Legal del Cosmos. Él también otorgó la reglamentación de la Ley:
— “Solamente así podrán ser reconocidos como mis discípulos”. (Evangelio, según San Juan 13:35).
Por lo tanto, debemos inmediatamente relacionar la acepción de Justicia a la del Amor. Sin embargo, me refiero a aquella inspirada en los dictámenes superiores que no pueden ser tomados por las barbaridades que son ejercidas en nombre del Padre Celestial y del Derecho a lo largo de los milenios.
Sociología del Universo
Escribí, en Sociologia do Universo (Sociología del Universo), que debemos ser tolerantes, sin embargo, comprobado el delito, que se cumpla la Ley (Ley justa, por supuesto), ya que la impunidad es el sepulcro de las naciones.
El intrépido Montesquieu (1689-1755) observa:
— “Una cosa no es justa por el hecho de ser ley, debe ser ley porque es justa”.
Confucio
Contra la injusticia debemos luchar incansablemente con las armas del Mandamiento de Jesús (San Juan, 13:34 y 35), dado que, como en la enseñanza de Confucio (551-479 a.C.), consignado por sus seguidores:
— “El objetivo del castigo es poner fin al propio castigo”.
Gandhi
El amor nunca puede ser visto como algo frágil. De lo contrario, Gandhi (1869-1948) no diría que:
— “Si un único hombre alcanza la plenitud del Amor, neutralizará el odio de millones”.
Entonces, tengamos siempre en la mente, como destaco en Sociología del Universo, que la Fraternidad es la Ley. La Ética, su disciplina. La Justicia, su aplicación. Nadie es más infeliz que el indigente de la Fe y de la Caridad.
Flexa Dourada y el Mandamiento de Jesús
Nuestro amigo Espíritu Flexa Dourada, por intermedio del sensitivo Chico Periotto, recuerda que es necesario tener:
— Por un lado, el Nuevo Mandamiento, y por el otro la mano disciplinaria. Eso es Jesús. Y así nos lleva hacia adelante. Toda la revolución se halla en esto: saber entender lo que siente Jesús, lo que piensa y lo que quiere. El Nuevo Mandamiento de Jesús cambia [para mejor] los Espíritus que pasan por pruebas. Es importante que la mano disciplinaria acompañe la mano del Mandamiento Nuevo del Amor.
Alziro Zarur (1914-1979)
En mi artículo Educação e voluntariado em alta (La educación y el voluntariado en ascenso), expliqué que las Palabras del Sublime Educador sobreviven porque expanden un fuerte mensaje moral (yo no dije moralista), ético, social, humano y espiritual del cual el pueblo carece. Al estudiarlo, siempre en Espíritu y Verdad a la luz del “ámense como Yo los he amado”, con el transcurso del tiempo — que Zarur llamaba “el gran Ministro de Dios” — empezamos a asimilar el concepto de Justicia unido al de Bondad. No siendo así, seremos cómplices de aquello que está mal. Por lo contrario, debemos incorporar al Alma esa elevada alianza civilizadora como el sentimiento de benevolencia que nace del corazón, creado por un Dios que, en la definición de Jesús, Religioso y Compasivo, por intermedio de San Juan Evangelista, “es Amor” (Primera Epístola de San Juan 4:8). Con el fin de aclarar el razonamiento, vuelvo a recordar esta advertencia de Confucio, con la que me identifiqué desde temprano. Él afirma, desde lo alto de su sabiduría milenaria:
— “Se paga la Bondad con la Bondad, pero el mal con la Justicia”.
El famoso pensador chino, evidentemente no se refiere a la venganza, que es antípoda al sentido de la verdadera Justicia.
El derecho a la defensa
En un discurso que improvisé en la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil, declaré que la Justicia Divina es justamente la expresión verídica del Amor, que tantas veces educa con severidad.
Aquí hace falta una explicación: no nos olvidemos también de aquella lección iniciática que el Hermano Zarur colocó como 7º Mandamiento de los Hombres y Mujeres de la Buena Voluntad de Dios:
— Perdonar es transferir el juicio a la Ley de Dios. Pero, el Padre no prohíbe que Sus hijos se defiendan de los malos.
(...) La madurez nos revelará ese Venerable Aspecto del Padre Celestial: la calidad pedagógica de Su Amor y de Su Justicia aliados.
En el libro Camino, Verdad y Vida, Emmanuel, con su pluma impecable, es categórico:
— “La misericordia de Jesús es infinita en los movimientos de la vida planetaria. En el centro de toda expresión noble de la existencia late Su corazón amoroso, repleto de la savia del perdón y de la bondad. Los hombres son sarmientos verdes del árbol glorioso. Cuando traicionan sus deberes, se secan porque se alejan de la savia y caen al suelo de los desengaños, siendo purificados en el fuego de los sufrimientos reparadores, a fin de ser nuevamente tomados en cuenta por Jesús para la renovación, en nombre de Su misericordia”.
Escribió Allan Kardec (1804-1869), en El Cielo y el Infierno:
— “La misericordia de Dios es infinita, pero no es ciega”.
(Las negritas son nuestras).
Justicia no es venganza
No obstante, el peligro aparece cuando el ser humano, aún imperfecto, a menudo vengativo, “toma” el lugar de Dios o del Derecho cuyo objetivo es la perfecta Justicia para el equilibrio de la estructura institucional. Ahí se establece todo el mal que viene asolando a los pueblos. Prestemos atención a la conclusión del filósofo francés de origen alemán, Dietrich de Holbach (1723-1789):
— “La venganza sólo sirve para eternizar las enemistades en el mundo; el placer fútil que nos causa, va siempre seguido de eternos arrepentimientos”.
Jesús, el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista
Para concluir, destaco que Jesús, en Sí mismo, no es un factor de rencores y guerras. Él predicó con Su Nuevo Mandamiento, el Amor elevado a la enésima potencia. Aquello que los seres humanos terrenos hicieron con Su Mensaje Celestial es una creación reduccionista de ellos, por la cual prestarán cuentas.
Revelar el excelso significado de Su Evangelio y de Su Apocalipsis, sin odiosa intolerancia, o sea, en Espíritu y Verdad, a la luz de Su Nuevo Mandamiento de Amor Fraternal, es un destacado servicio que la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo está prestando a la sociedad mundial, porque Jesús, el Cristo Ecuménico —desectarizado, y por este motivo, sustentando misericordiosamente a todas las creencias del plano visible, el terrenal, y del invisible, el espiritual— es una generosa y actualísima idea en marcha que merece ser estudiada y vivida por todas las Almas antisectarias, liberadas de prejuicios y tabúes, por consecuencia, dispuestas a estudiar y aprender, con la mente y el corazón abiertos, sin alimentar opiniones preconcebidas.
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1 Paiva Netto e a Proclamação do Novo Mandamento de Jesus – A saga heroica de Alziro Zarur (1914-1979) na Terra [Paiva Netto y la Proclamación del Nuevo Mandamiento de Jesús – La saga heroica de Alziro Zarur (1914-1979) en la Tierra], obra lanzada en 2009, el año del cincuentenario de la proclamación.
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