La Visión de los Glorificados y el Rebaño Único
En mi obra Jesús, el Profeta Divino, al continuar el estudio de la Revelación Profética de Jesús para los Simples de Corazón, percibí la necesidad de preparar un rápido comentario sobre “La Visión de los Glorificados”, que retrata el Rebaño Único prometido por el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista.
“La visión de los glorificados
“9Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero de Dios, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos.
“10 Clamaban a gran voz, diciendo:
“‘¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Divino Cordero!’.
“11 Y todos los Ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes: se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios,
“12 diciendo: ‘Amén. La bendición y la claridad, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.’”.
(Apocalipsis, 7: 9 al 12)
Me acuerdo de un fragmento del mensaje de Alziro Zarur (1914-1979), inolvidable proclamador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, el 1o de octubre de 1972, durante la Proclamación del Apocalipsis de Jesús, hecha por él, en Ribeirão Preto, Brasil, acerca del asunto:
(...) No condenamos a los que rechazan la tesis de las Religiones Hermanadas como guía para el Rebaño Único; pero lo que juzgamos intencional, en el escepticismo de ciertos predicadores sectarios, es que se obstinan en no discernir dónde termina el poder de los hombres y dónde comienza el Poder de Dios. Deberían ser más prudentes y más fraternos, más humildes y más lúcidos: si Jesús afirmó que habrá un solo Rebaño para un solo Pastor, que es Él mismo, sabía perfectamente lo que estaba diciendo. Sepan o no sepan cómo los jefes espirituales, el Rebaño Único es una realidad. A ningún cristiano digno de este nombre le es lícito dudar de la palabra del Fundador y Supremo Gobernante de la Tierra. A todos los escarnecedores solo nos cumple decir: Hermanos y Hermanas, el Rebaño Único no fue formado en el Evangelio que ustedes leyeron, sino en el Apocalipsis que ustedes no entendieron; porque, en verdad, ya está formado en el Reino de Dios.
Con estas palabras, Zarur, gran predicador, conceptuó la Visión de los Glorificados. No obstante, no tuvo tiempo de vida en la Tierra para profundizar ese tema confortador a los que trabajan por reunir en este planeta el Rebaño Único de Jesús, el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista. He aquí nuestra tarea. Lamentablemente, algunos, al disertar sobre los 144 mil sellados (Apocalipsis, según San Juan, 7:1 al 8), creen que ese pasaje se refiere solamente al pueblo de Israel. Pero ¿y los demás?
El Profeta Isaías, en su libro en el Antiguo Testamento, 60:8, anticipa esa discusión, al presentar la “Gloria de Jerusalén”: “¿Quiénes son estos que vuelan como nubes y como palomas a sus ventanas?”.
Por esta razón, no cabe aquí, por incongruente, una visión exclusivista acerca de lo que nos relata el Profeta de Patmos, el médium del Apocalipsis. Se olvidan algunos de leer y analizar, enseguida, la Visión de los Glorificados, que es amplísima. ¿No dijo Zarur que el Rebaño Único ya está formado “en el Apocalipsis que ustedes no entendieron”? Y es allá, en el Cielo, que Juan Evangelista observa y relata, después de describir el sellado de los 144 mil de Israel, que se ve ante “una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante el trono y en la presencia del Cordero de Dios, vestidos con ropas blancas y con palmas en sus manos” (Revelación de Jesús, 7:9).
Nada más, ni nada menos, multitud justamente constante en la Visión de los Glorificados, que ocurre, antes de todo, en el Cielo.
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