El Regreso Triunfal de Jesús
El objetivo supremo de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo es preparar los caminos del Regreso Triunfal de Jesús al planeta Tierra. Es del Salvador de los Pueblos la Divina Promesa —registrada en pasajes de Su Sacrosanto Evangelio Apocalipsis— de Su regreso al planeta fundado en coautoría con Dios.
—En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. El mundo [el planeta Tierra] fue hecho por Él. Todo fue hecho por Él. ¡Nada de lo que se hizo fue hecho sin Él, Cristo Jesús! (Evangelio, según San Juan, 1:1 al 3).
Por esto, no nos cansamos de predicar al mundo la mayor Buena Nueva de todos los tiempos, para el fomento permanente del debate fraterno sobre al avanzadísimo significado del Sublime Regreso del Maestro Divino:
—¡Yo Regresaré!
Jesús (San Juan, 14:3 y 28)
El texto inicial que les presento fue extraído de mi libro Las Profecías sin Misterio, en el capítulo “Las Raíces Espirituales de una Política Superior”.
¡Buena lectura!
El Regreso de Jesús sobre las nubes va mucho más allá del significado literal
¿Qué significa el hecho de que Jesús venga sobre las nubes, más allá del entendimiento literal aquí relatado? Manifiesta que, cuando Él regrese, todas las áreas del saber humano Le deben ser devueltas, no solamente la Religión, sino también la Política, la Filosofía, la Ciencia, la Economía, el Arte, el Deporte y todo lo demás, ya que estos fueron los talentos que el Señor de la Mies dejó con Sus servidores de forma que los multiplicasen, mientras Él partía de viaje. En el Regreso, concedió a “cada uno de acuerdo con las propias obras de cada uno” (Evangelio de Jesús, según San Mateo, 16:27): a los que cumplieron sus compromisos, el premio de la honra; a los que los despreciaron, la sanción correspondiente (Parábola de los Talentos, Evangelio, según San Mateo, 25:14 al 30). En la Mies de Dios no puede prosperar el crimen de la impunidad, que a tantos males ha arrastrado a pueblos enteros.
“He aquí que Jesús viene con las nubes” significa decir que se origina en lo Alto, para donde nosotros, cualquiera que sea nuestra creencia, o falta de creencia, debemos elevar todas esas cosas que han sido humillantemente ultrajadas por el desprecio de algunos, para que reciban la verdadera iluminación. Es tiempo de que la Humanidad mire hacia lo alto.
“Jesús es el Sol de la Caridad”, enseñaba Alziro Zarur, y yo lo completo: Y, por ser Divino, ese Astro Rey no provoca sombras.
Entonces, cuando realmente todos se dispongan a vivir bajo esa Luminosidad Celestial, la Política dejará de ser algo tenebroso. Las creencias se liberarán de la parte de Babilonia que integra todo aquello en lo que el hombre mete la mano. La Economía no será más esa mundial babel que el pueblo no entiende, porque ha sido de este modo: multitudes abandonadas, a favor de la abundancia de uno u otro grupo, de una u otra nación.
“He aquí que Jesús viene con las nubes, y todos los ojos Lo contemplarán” (Apocalipsis, 1:7), es decir, viene a elevar la Religión, la Ciencia, la Política, la Filosofía, el Arte, la Economía, el Deporte y todo lo demás a esa iluminación que desciende de lo Alto, traída por Él en Su Regreso magnífico, literal o espiritualmente realizado.
“Y todos los ojos Lo contemplarán”, ninguna mirada estará impedida de percibir la claridad del Cristo que se refleja sobre todos los avances nacidos del genio humano y que, al mismo tiempo, sufrieron el ultraje humillante de la parte de Babilonia que desgraciadamente los seres humanos aún insisten en cultivar por los siglos.
Jesús volviendo sobre las nubes expresa que Él viene con la plenitud de Su Fuerza Moral, de Su Autoridad, de Su Grandeza. Solo Él puede limpiar las mentes de todas las creaciones del pensamiento desorientado, para que pueda brillar, iluminándonos con la Parte Divina de la Religión, de la Política, de la Ciencia, de la Filosofía, de la Economía, del Arte, del Deporte y de lo que sea. He aquí la Política de Dios: mostrar que, en la Santa Biblia, desde el primer libro del Pentateuco Mosaico hasta el Apocalipsis, existen realidades que son luces para nosotros, si se analizan de acuerdo con la advertencia del Apóstol San Pablo:
— Las cosas espirituales han de ser discernidas espiritualmente (Primera Epístola a los Corintios, 2:14).
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