La muerte de la “muerte”

Tela: Cristóbal García Salmerón (1603-1666)

Tela: Rembrandt (1606-1669)

En mi obra Los muertos no mueren, explico que el Apocalipsis de Jesús, el Libro de la Revelación, repleto de los relevantes simbolismos narrados por San Juan Evangelista, el sensitivo de Patmos, nos sorprende con un evento inesperado. En el versículo 14 del capítulo 20, vemos que ocurre lo increíble: la muerte de la “muerte”: “Luego la muerte y el infierno fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte, el lago de fuego”.

No es su desaparición, como desean algunos, incluso bien intencionados, que piensan eternizar la vida material en la conservación del cuerpo perecedero, congelado, como ambiciona la criónica¹, sino la muerte de la “muerte”, “el último enemigo a vencer”, en la visión inspirada del Apóstol de los Gentíos (Primera Epístola a los Corintios, 15:26). Cuanto más espiritualmente nos esclarecemos, más la derrotamos.

Morirá la “muerte” que sustentaba el reino infeliz de la ignorancia espiritual en toda Tierra.

Arquivo BV

Ahora, los seres humanos comienzan a saber por qué viven, mueren, reencarnan y que ¡los muertos no mueren! He aquí la Revolución Mundial de los Espíritus de Luz² que está en marcha, anunciada en 1953, por Alziro Zarur (1914-1979). Y he afirmado que no es posible concretarla escondiendo a los Espíritus. Por esto, ponemos a su disposición los potentes micrófonos de la Super Red Buena Voluntad de Radio y de la Boa Vontade TV; los espacios en nuestras publicaciones y en nuestros portales en Internet; en fin, para que siempre presenten sus fraternales mensajes.

En lo que se refiere al “lago de fuego”, citado en el versículo 14 del capítulo 20 del Apocalipsis, se trata del remordimiento, porque, sin duda, esa es una muerte dolorosa para la conciencia culpable.

La frustrante criónica

En lo que concierne a la criónica, todavía están los que pretenden alcanzar con ella la longevidad del envase físico. Sin embargo, esto no es lo que ocurre...

Al estudiar el funcionamiento del mecanismo espiritual, aprendemos que hay un cuerpo etéreo, que dirige, por intermedio del Alma, todo el gobierno de nuestros sentidos. Y el congelamiento puede aprisionar el Espíritu al cuerpo somático. Por cierto, San Pablo Apóstol, en su Primera Epístola a los Corintios, 15:39 y 40, advierte:

³⁹ No todos los cuerpos son iguales, sino que uno es el cuerpo de los hombres, y otro muy distinto el de los animales, otro el de los peces, y otro el de las aves.

⁴⁰ También hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero la gloria de los celestiales es una, y la de los terrenales es otra.

Como la humanidad todavía permanece en un inmenso atraso en lo que se refiere a las cuestiones divinas, parte de la Ciencia —por prejuicio, melindre o tabúes—, de alguna forma, ha sufrido el bloqueo de muchos de sus mejores pares, en el avance sobre los llamados “ocultismo” y “misterio”. El progreso rumbo a las cosas del Espíritu todavía se arrastra con mucha indolencia. Pero, según dice nuestro amigo Flexa Dourada (Espíritu):

—Cuando Jesús quiere, Él hace. Chasquea los dedos y las cosas se mezclan y se transforman [y se hacen ecuménicas].

Si no prestamos atención a la Moral Divina y a la existencia del Alma, el Maestro Sufrimiento entrará en acción para hacernos ver esa realidad extrafísica, ese Determinismo Divino. Porque, la Verdad, incluso la de los temas espirituales, cuando no es aceptada por la convocatoria del Amor Celestial, solicita la presencia de la Justicia Excelsa a fin de devolver el ser humano al camino correcto para su esclarecimiento pleno. Y no se trata de punición —a algunas personas les molesta este término: “¡Ah, Dios castiga!”—, exclaman. Sin embargo, así lo hacen porque no leyeron atentamente lo que Jesús afirma a los integrantes de la Iglesia de Laodicea (Apocalipsis, 3:19):

—A todos los que amo, Yo los reprendo y los castigo; así que muestra tu fervor y arrepiéntete.

David Marcu - unsplash

En realidad, la Ley Divina no pune, tan solo corrige. Sin embargo, para oídos sordos de un “pueblo de dura cerviz” (Éxodo, 32:9), sirve solamente el lenguaje muy elocuente del desafío, del Dolor.

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¹ Criónica: es el proceso de preservación a bajas temperaturas de seres humanos y animales. La ambición de la técnica es conservar el cuerpo físico hasta que surja la cura de determinada enfermedad que provocó su muerte. Entonces, según sus defensores, por no perder sus propiedades físicas, el cuerpo sería, debido a la elevación de la temperatura, “resucitado”, curado y retornaría a la vida común. Controvertidas, las tecnologías de reanimación futura asumidas por la criónica todavía son hipotéticas y no muy conocidas o reconocidas. Los Estados Unidos poseen en sus leyes una reglamentación del congelamiento de humanos. Tan solo se pueden criopreservar los cuerpos que legalmente son considerados muertos. En caso contrario, se incurriría en asesinato o suicidio.
² Revolución Mundial de los Espíritus de Luz, en la Cuarta Revelación: anunciada en 1953 por Alziro Zarur (1914-1979), abarca un amplio movimiento de carácter ecuménico total, que promueve el intercambio consciente entre las dos Humanidades: la de la Tierra y la del Cielo de la Tierra. La iniciativa ganó cuerpo a partir de la década de 1990, cuando el escritor Paiva Netto, agregando al título la expresión “de Luz”, dio mayor agilidad a las reuniones prácticas del Centro Espiritual Universalista (CEU), al crear, el 6 de enero de 1992, el primer grupo efectivo de mediumnidad directa de la Religión del Amor Universal. Bajo el comando de Paiva Netto, el Dr. Bezerra de Menezes coordina, en el Mundo Espiritual, este trabajo de vanguardia. El 3 de abril de 1993, ese bondadoso clínico del Cielo así se expresó: “El equipo médico de la Medicina Divina observa a todos, no solo a los que están dentro de las Iglesias Ecuménicas de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, sino también a todos los que no pudieron desplazarse por dificultades físicas, orgánicas y materiales. Estamos con 50 000 médicos del Etéreo trabajando a todo vapor para la liberación de los males físicos y espirituales de Brasil y del mundo”.