El Libre Arbitrio genera Determinismo

...Algunos creen que solamente tenemos Libre Arbitrio y entonces podemos hacer lo que queramos sin que haya consecuencias. No obstante solo debemos observar el mundo para percibir lo errados que están. Esa orgía que amenaza el Planeta está, justamente, derivada de eso:

— “¡No, yo tengo Libre Arbitrio! Eso si, yo hago lo que quiero. ¡Yo, yo, yo!… ¡Además, no necesito a nadie! ¡No debo nada a nadie! Yo me valgo por mi mismo (o por mi misma). Lo que quiero es saber de mi. ¡Yo, yo, yo!… ¡Los demás no me importan!”. Como si lo que ocurre a los otros no me afectase.

Hermano mío, ¿será que no debes nada a nadie? ¿Y tu, hermana mía? ¿¡Ah!? ¿¡Eh!? Entonces, veamos: la ropa que vistes no fue hecha por ti… raramente, las personas confeccionan sus propias ropas. Solo si son costureras o sastres. Aún así, ¿Y el tejido? ¿Y los botones? No fueron hechos por ellos. Provienen de alguna fábrica, de una pequeña, mediana o gran empresa. ¿Y la pasta de dientes? ¿Y el cepillo? Y más: ¿Las verduras? ¿El arroz? ¿Acaso fuiste tú quien los plantó, hermano mío? ¿Fuiste tú, hermana mía? Es necesario, urgentemente, derrumbar la sociedad del hombre solitario para hacer surgir en la Sociedad el Hombre Solidario.

Recordando la máxima de Zarur, que concilia determinismo y Libre Arbitrio, dice el gran poeta y predicador: “La ley Divina, juzgando el pasado de los hombres, pueblos y naciones, les determina el futuro”. Juntó el Libre Arbitrio de la criatura humana a ser medido por Dios (La Ley Divina, juzgando el pasado de los hombres, pueblos y naciones) al determinismo resultante de nuestros buenos o malos actos (les determina el futuro). De ahí surge el determinismo (muy diferente del fatalismo), aunque no como algo aleatorio, como una bomba voladora que no sabemos donde caerá, una decisión de un dios loco, que de repente decide dividir dádivas y torturas entre seres terrestres o celestes, conforme su mente alienada. ¡No! Somos nosotros los que creamos el destino, de acuerdo con el empleo que hiciéramos de nuestro Libre Arbitrio. Para los que lo usaran inadecuadamente, la alerta de los versículos 1 y 2 de Salmo 94:

1 Jehová, Dios de las venganzas 6, Dios de las venganzas, muéstrate.
2 Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios.

Para los que de él hicieran, con Buena Voluntad, la gloria para sus destinos, aquí y en la Patria espiritual, el consuelo de Salmo 91:1 al 16:

Sobre la sombra del Altísimo

1 El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
3 El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.
9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación,
10 No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.